La importancia de incluir soluciones tecnológicas para mantener la logística de transporte en tiempos de pandemia

La pandemia ha afectado nuestra vida social en muchos aspectos, generando un fuerte impacto en distintos sectores económicos. La logística de transporte no se queda afuera, ya que el intercambio y de bienes y servicios es su principal aporte. A pesar de las difíciles redes de abastecimiento que circulan por la vía terrestre, la logística debe mantener su ritmo, para hacer llegar a las casas de los consumidores los distintos bienes y servicios que son necesarios para la vida diaria.

 

Según un documento publicado por la CEPAL, alrededor del 80% del comercio mundial se transporta por vía comercial. Lamentablemente, el transporte de carga puede ser una fuente de propagación  ya que sus procesos no están completamente digitalizados. Hay intercambios de documentos, controles físicos por aduanas y otras prácticas, que si no son reforzadas bajo estrictos regímenes de salubridad, pueden ser perjudiciales.

Este escenario poco predecible, ha hecho que los operadores de cadenas logísticas hayan tenido que adaptar y flexibilizar sus procesos para mantener el negocio activo. Sin embargo, la experiencia ha demostrado que el manejo y análisis de datos en tiempo real es una herramienta fundamental que ayuda a planear y re estructurar sobre los nuevos escenarios.  Es decir, mientras más información sobre las operaciones se maneje, se tendrá una mayor visión para resolver los problemas actuales.

En Migtra contamos con soluciones que se adecuan a las necesidades específicas de cada cliente, entregando datos e información en tiempo real,  para mejorar y optimizar sus recursos, sobre todo en acciones orientadas a minimizar accidentes y controlar operaciones asegurando así la calidad de sus prestaciones.

Es por eso que las empresas que han sabido aprovechar la digitalización han dado un paso adelante en  este contexto de la crisis. Hoy más que nunca es prudente poner atención y reforzar un intercambio de conocimiento y buenas prácticas para mejorar los procesos actuales, que permita prever eventualidades, y así continuar con las operaciones  adaptadas a la nueva normalidad.