¿Sabías que cada 24 segundos fallece una persona debido a accidentes de tránsito y que este tipo de siniestros son la 8va causa de muerte en la población mundial?
Además de los fallecidos, este tipo de lamentables hechos también son la causa de que 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales y discapacidades producto de dichos traumatismos. Si a eso sumamos que los siniestros de tránsito cuestan a la mayoría de los países el 3% de su PIB, estamos frente a un problema realmente grave que es necesario evitar.
La Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) en conjunto con Carabineros de Chile, han recopilado y estudiado cifras relacionadas a siniestros viales entre el 2002 y el 2021 en nuestro país que corroboran esta realidad, y de acuerdo a datos del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en Chile, cerca del 30% de las personas que mueren en siniestros de tránsito que se relacionan a excesos de velocidad. La cantidad de accidentes ha aumentado cada año y la principal causa de muerte por accidente a nivel nacional se debe al exceso de velocidad, siendo los accidentes en automóvil particular los más frecuentes.
En el marco de estas lamentables estadísticas, se adoptó la iniciativa Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021-2030, cuyo objetivo en nuestro país es reducir en un 30% los fallecidos en el tránsito para el año 2030. Además, se propuso el Proyecto de Ley CATI (Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones), actualmente en urgencia legislativa por el Gobierno, que incluye entre otras medidas la instalación de cámaras para la fiscalización automatizada de la velocidad en puntos de alta siniestralidad, debidamente señalizados, con el objetivo de reducir víctimas fatales. La experiencia internacional indica que un proyecto de este tipo lograría una reducción de hasta un 40% de fallecidos en el tránsito.
Si bien todo exceso de velocidad constituye un potencial accidente, cuando hablamos de Transporte de Carga las posibles consecuencias aumentan exponencialmente. Debido a que los camioneros están sujetos a horarios estresantes y plazos de entrega, puede ser tentador para ellos acelerar para llegar a tiempo. Sin embargo, los transportistas que se apresuran en el camino, arriesgan la vida no sólo de ellos mismos, sino de todos los que los rodean.
En ese sentido, los camiones de carga pesada que van a exceso de velocidad son mucho más peligrosos que el auto promedio, puesto que un vehículo más pesado es más difícil de detener y de controlar, pudiendo causar choques múltiples, de proporciones catastróficas. El conductor de un camión de carga necesita más tiempo para reaccionar a las condiciones de la carretera, lo que se traduce en que cuanto más lento conduzca, más seguro estará manejando. Conducir a una velocidad que sea más que razonable y prudente es la única manera de evitar situaciones peligrosas, porque debido al tamaño y al peso de los camiones, las víctimas de éstos accidentes a menudo no sobreviven a sus lesiones.
Por todo ello, mantener la seguridad en las carreteras a lo largo del país es un tema de suma importancia, puesto que son las principales arterias que mantienen comunicada y abastecida a toda la población.
En primer lugar, es urgente que las empresas transportistas implementen tecnologías de registro y análisis de conducción como MIGTRA Riesgo, las que permiten alertar en línea y más importante aún, generar una cultura de seguridad en los conductores y generar predicciones de riesgo para tomar medidas como intervenciones, capacitaciones y sanciones que finalmente harán de las carreteras un lugar más seguro para transitar y trabajar. Junto a eso, creemos también fundamental contar con medidas que aseguren tanto a los transportistas como a las empresas de carga, que puedan realizar su labor con el menor porcentaje de riesgo posible, llegando a destino sin poner sus vidas en peligro.
